En la Puna Catamarqueña, los caminos suben a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y el clima puede alcanzar los diez grados bajo cero. En este paisaje inhóspito, las largas distancias y la incomunicación dificultan el acceso a la atención sanitaria y la formación académica.
Frente a este panorama, Guillermo Colobraro, médico pediatra y cardiólogo infantil, cofundó Grupo PIER, una asociación civil que trabaja junto a los actores locales para fortalecer iniciativas en salud y educación. “Acompañamos la transformación de las comunidades articulando esfuerzos y reforzando acciones ya existentes”, explica Guillermo.
Grupo PIER nació en el año 2007, pero el origen del proyecto se remonta treinta años atrás, cuando Guillermo tenía 17 años y participó, junto a otros compañeros, en una misión a la provincia organizada por su colegio Fray Mamerto Esquiú. “Conocer la provincia y su gente nos generó algo, incluso al día de hoy, intransferible -recuerda Colobraro-, nos comprometió a acompañar esa realidad, convencidos de que solo la puede transformar quien la habita.»
En el área de salud, PIER complementa las iniciativas locales con actividades asistenciales y formativas. Tres veces al año, un equipo de médicos, entre ellos Guillermo, viaja al Departamento de Antofagasta de la Sierra para atender a los habitantes, brindar talleres de prevención en escuelas y formar a los profesionales locales.
Además, la organización trabaja en colaboración permanente con el Ministerio de Salud de Catamarca presentando planes cuatrienales con diversos programas asistenciales. Uno de ellos es “Rotaciones” que permite a residentes del Hospital Alemán de Buenos Aires a realizar parte de su formación en la zona.
En paralelo, PIER impulsa un programa de becas estudiantiles, que ofrece a los jóvenes catamarqueños una ayuda económica mensual y acompañamiento académico para que puedan sostener sus carreras terciarias y universitarias. Desde su creación, más de 250 jóvenes pudieron continuar su formación.
Guillermo destaca que la fuerza de PIER está en trabajar codo a codo con la comunidad y las instituciones locales, para que las acciones se mantengan y repliquen en el tiempo: ”Esto es más grande que PIER, estamos sembrando, sabiendo que quizá no veamos la cosecha, pero con la certeza que, en algún momento, se va a dar. Este convencimiento es lo que nos impulsa y lo que nos ha permitido ver un impacto positivo.”
En casi tres décadas de trabajo, PIER realizó 90 viajes al interior de Catamarca, donde llevó adelante más de 500 jornadas de charlas, talleres y atención sanitaria otorgadas en 20 escuelas rurales. En este tiempo, atendieron más de 5.000 consultas médicas y convocó a 1.000 colaboradores —entre docentes, alumnos y exalumnos del Colegio Esquiú de Buenos Aires— junto a un centenar de profesionales de diez especialidades distintas.
El Premio Abanderados es una iniciativa de la Fundación Noble, eltrece y la productora Luz Libre. Y se lleva adelante gracias al acompañamiento de Telecom, Axion Energy, Banco Galicia, Universidad Siglo 21, Lotería de la Ciudad de Buenos Aires: Hablar es Ganar, Sancor Seguros, CAEM, Grupo ST, Silicon Misiones, Afianzadora, Marsh Mclennan, Bayá Casal, ADT, MEDICUS, Arcelor Mittal, Fundaciones Grupo Petersen, Andreani Logística Social, Fundación Navarro Viola y Fundación Noble.
Guillermo es uno de los ocho ganadores del Premio Abanderados 2025. Esta distinción reconoce a los argentinos cuyas iniciativas están generando un impacto en sus comunidades.
Las historias de cada abanderado se cuentan en www.premioabanderados.com.ar y en las redes sociales del Premio: @abanderados en Instagram y @PremioAbanderados en Facebook.
Desde el 31 de octubre al 16 de noviembre, el público va a poder votar por el Abanderado del Año, que se conocerá en la Gala Final.










