River jugará el domingo ante Gimnasia La Plata en el Monumental un partido clave del campeonato. No solo para encaminar la clasificación a los playoffs del Clausura, sino también –y sobre todo- por el ingreso a la Copa Libertadores 2026, por la vía de la tabla anual, algo que el equipo de Marcelo Gallardo no tiene asegurado y que actualmente lo encuentra en zona de repechaje. Y todo eso en medio de un clima caliente con los hinchas, que explotaron tras la eliminación en la Copa Argentina ante Independiente Rivadavia en Córdoba.
Para colmo, de cara a este trascendental encuentro, River tiene a tres jugadores titulares al límite de las amonestaciones. Ellos son Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña. En caso de sumar una más el domingo, se perderán el Superclásico, que se jugará el fin de semana siguiente.
La situación le plantea una decisión compleja al Muñeco, ya que el equipo precisa una reacción inmediata tras la caída frente a Independiente Rivadavia y volver a sumar tres puntos para mantenerse en la puja por un pasaje directo a la Copa Libertadores 2026: quedó tercero, en zona de repechaje, tras el triunfo de Boca ante Barracas Central. A la vez, River necesita elevar su posición en la Zona B (está 5°) para aumentar las chances de ser local en los octavos de final del Clausura.
Si se analizan los antecedentes, Gallardo, en general, nunca fue de cuidar un jugador por tener cuatro amonestaciones. La prioridad siempre fue el partido que se venía y no el siguiente. Pero el problema acá es que, por un lado, necesita los tres puntos ante el Lobo, como ya se mencionó, y, por el otro, ante Boca jugará mucho más que un Superclásico, ya que estará en juego mano a mano el ingreso a la Copa 2026. Entonces, al entrenador de River se le presenta una encrucijada.
Por lo pronto, un ejemplo reciente marca que el hombre de la estatua no suele tener en cuenta estos detalles a la hora de armar la formación inicial. En la previa del último Superclásico, Martínez Quarta jugó en La Plata justamente frente al Lobo al borde de una suspensión que lo pudo dejar afuera ya que también tenía cuatro amarillas. Finalmente, el central se portó muy bien en el Bosque y pudo jugar ante Boca.
Ahora, en principio, Martínez Quarta, Rivero y Acuña estarían considerados para jugar como titulares. Incluso más después de que en los últimos partidos, lo que más funcionó fue la defensa. Y si se piensa en que alguno pueda llegar a ser cuidado, hay que ir por el lado de Acuña, dado que la diferencia con Milton Casco pueda ser un poco más grande de la que hay entre Martínez Quarta y Rivero con Paulo Díaz.
Aunque, también vale decir que el chileno bajó mucho su rendimiento y que el veterano marcador de punta izquierda hizo un buen partido cuando le tocó ingresar contra Talleres en el Kempes hace menos de dos semanas.
El asunto es que se trata de tres defensores fundamentales los que corren el alto riesgo de ser amonestados: por el rol que cumplen y por sus características y temperamento, el Huevo Acuña y el pibe Rivero están un escalón más arriba de riesgo que Martínez Quarta, ya que el Chino suele ser más tiempista y sereno para evitar faltas provocadas por el impulso natural del juego.
Para los jugadores, indudablemente, también será una tarea difícil el hecho de tener que jugar al límite en un partido de máxima tensión como va a ser el del domingo en el Monumental y con la cabeza pensando en que no les saquen una amarilla porque si no, se pierde en el clásico con Boca. En ese sentido, de todos modos, en River siempre se trabajó en esas cuestiones, más desde el lado mental, con las especialistas en neurociencias y esta semana no es la excepción. Se focaliza solo en el partido que viene. Esa es la idea primordial. Después, se verá…
