La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció este martes a través de sus redes sociales la presentación que realizó un grupo de senadores ante la titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, para que regule «la presencia» de los agentes de las distintas fuerzas de Seguridad en los «espacios comunes» y baños del reciento.
«Ya sabíamos que no los querían… Pero ni para ir al baño los dejan. Un poco de respeto y sentido común. Son los que nos cuidan todos los días», expresó con molestia la funcionaria, responsable de la violenta represión policial que dejó con graves secuelas al fotógrafo Pablo Grillo en una de las tantas manifestaciones de los jubilados y del agresivo accionar del policía condenado Cristian Rivaldi, quien gaseó a Fabrizia Pegoraro y a su mamá en medio de una movilización previa.
El documento, que está fechado el 16 de julio, lleva la firma de los legisladores Carlos Linares (Frente de Todos), Oscar Parrilli (Frente de Todos), Cristina López (Alianza Frente de Todos), Sergio Leavy (Frente de Todos), María Eugenia Duré (Frente de Todos), Silvia Sapag (Frente de Todos), Antonio Rodas (Frente de Todos) y Gerardo Montenegro (Frente de Todos).
En rigor, los senadores le solicitan a Villarruel que «adopte las medidas necesarias para ordenar y regular la presencia de los integrantes de las distintas fuerzas de seguridad» en el ámbito del Senado, «asegurando que el uso de sus espacios se limite a lo estrictamente necesario, de manera coordinada, para evitar molestias o situaciones que alteren el normal funcionamiento y el cómodo desenvolvimiento del personal legislativo y de los senadores nacionales«.
Además, criticaron que “la presencia de los efectivos de la Policía Federal, Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria» se intensificó «de manera exponencial los días de operativos masivos ordenados por las autoridades nacionales«, y aludieron que es el propio Ministerio de Seguridad el que debería «garantizarles condiciones básicas da los efectivos en cuestión”.
Antes de concluir con las firmas y un “atentamente”, los senadores les transmitieron a la vicepresidente: “A la espera de que se administre y se coordine esta situación, me despido con la consideración más distinguida”.