La Premier League inicia una nueva temporada este viernes y lo hará luego de un mercado de pases estratosférico (y también obsceno) que movió hasta el momento cerca de 2.800 millones de euros y que tuvo a Liverpool, último campeón, también al tope del campeonato de billeteras gordas: el equipo de Alexis Mac Allister invirtió más de US$ 360 millones en refuerzos. Se trata de la liga más poderosa y opulenta del planeta. Y, más allá de los gustos, es también la más competitiva.
Años luz son los que la separan de la Liga Profesional de Fútbol de la Argentina. Es que en el torneo en el que nació futbolísticamente los 26 campeones del mundo en Qatar 2022 la realidad es completamente diferente. Se trata de una enorme obviedad. No hay indicador (PBI, inflación, recesión, deuda pública y tipos de cambio, entre otros) que permita imaginar/desear/anhelar que los números se asemejen. Ni siquiera que se acerquen. Es la diferencia entre una de las economías más grandes del planeta y la de un estado tercermundista condenado a vivir en loop las consecuencias de la falta de políticas de estado y los daños de la eterna corrupción. Y lo que pasa en un país no puede dejar de pasar en una liga de fútbol o lo que sea…
Lo más curioso es que en la cancha, once contra once, todo se equipara a nivel seleccionados. Ocurrió en hace poco menos de tres años cuando Lionel Messi y su fabulosa Scaloneta pusieron de rodillas a Francia y a los otros 30 contendientes en la Copa del Mundo que se celebró en Medio Oriente. Fue híper meritorio porque Argentina cortó 22 años de hegemonía europea. Y porque competir sería imposible si las selecciones estuvieran conformados por los futbolistas que integran cada liga y no por sus lugares de nacimiento -o los que figuran en sus pasaportes-. Allí, Inglaterra
Las diferencias son siderales. Para empezar, un recordatorio: a fines de 2023, la Premier League vendió sus derechos televisivos para el periodo 2025/2026-2028/2029 a cambio de 6.700 millones de libras (9.000 millones de dólares por cuatro temporadas, a razón de más de 2.200 millones cada 365 días). Esto es más del doble de lo que facturan España, Italia y Alemania. ¿Argentina? Apenas 120 millones de dólares a repartir entre ¡30 equipos! Es solo el 5 por ciento de lo que se reparte en la elite del fútbol inglés.
Lo otro que conviene señalar es otra obviedad: la Premier League es una liga importadora y la Liga Profesional exportadora. Los datos respaldan la sentencia: en Inglaterra, el 71 por ciento de los futbolistas son extranjeros (430 de 605); en Argentina, apenas el 16 por ciento (147 de 911).
Respecto al valor de mercado, el sitio Transfermarkt indica que la Liga Profesional cotiza 1.155 millones dólares y la Premier League 14.198 millones. Hay más: cuatro clubes tienen un valor más grande que toda la Liga Profesional (Manchester City, Arsenal, Chelsea y Liverpool).
El mercado de pases en Europa se vive con pasión y el día de cierre suele ser motivo de capítulos enteros de las series de clubes de élite que proliferan en las plataformas de streaming. Acá, en cambio, se padece más de lo que se disfruta. La realidad indica que en el último receso 17 de los 30 equipos de Primera no invirtieron un dólar en incorporaciones: llegaron refuerzos en libertad de acción o con préstamos sin cargo.
En total, los equipos argentinos gastaron aproximadamente 70 millones de dólares en refuerzos. Se realizaron 477 operaciones. En la Premier, se dijo, se movieron 2.800.000.000 dólares en 278 pases.
River es el que más gastó en el medio local con 21,6 millones de dólares entre Maximiliano Salas, Juan Carlos Portillo, Matías Galarza Fonda y Juan Fernando Quintero. Los que siguen son Racing con 10,23 millones (Tomás Conechny, Elías Torres, Alan Forneris, Duván Vergara, Adrián Fernández y Franco Pardo); Boca con 9,36 millones de euros (Marco Pellegrino, Leandro Paredes y Malcom Braida); e Independiente, con 7,75 millones (Walter Mazzantti, Facundo Zabala, Leonardo Godoy y Matías Abaldo).
Y acá la comparación se hace imposible: Sunderland, uno de los tres ascendidos para esta temporada de la Premier League, invirtió 177,5 millones de dólares. Los futbolistas más caros fueron el mediocampista Habib Diarra (36,5), Simon Adingra (28,3), Enzo Le Fée (26,7), Chemsdine Talbi (23,2), Granit Xhaka (17,4) y el paraguayo Omar Alderete (13,4). Sí, un elenco que viene del ascenso gastó casi el triple que toda la Liga Profesional. ¿Los otros ascendidos? Burnley gastó 145 millones de euros y Leeds United un poco más de 98,6 millones.
Respecto a los valores de mercado y más allá de las cláusulas de rescisión firmadas, Kevin Lomónaco es el futbolista mejor cotizado con 14 millones de dólares, seguido por Juan Nardoni (12,7) y Kevin Zenón (10,5). En Inglaterra, Erling Haaland es el más caro con 210 millones de dólares. Al podio lo completan Bukayo Saka (174) y Florian Wirtz (162,5).
Y ocurre una cuestión risueña y que marca a las claras las diferencias entre allá y acá. River, con 112,2 millones de dólares, es el equipo de mayor valor en el país, pero en la Premier aparecen 9 futbolistas con una mayor cotización. A los mencionados Haaland, Saka y Wirtz hay que sumar a Declan Rice, Cole Palmer, Alexander Isak (140), Rodri (127,6), Phil Foden y Alexis Mac Allister (116).
La conclusión es sencilla: la distancia abismal entre una liga y la otra evidencia el abismo existente respecto a los futbolístico. En lo único que se está cerca, curiosa y relativamente, es en el valor de las entradas. Es que una popular en Argentina cuesta, sin adicionales, 23 mil pesos, mientras que el precio más bajo para ver, por ejemplo, al Manchester City de Pep Guardiola, ronda los 60 dólares.