Una mujer denunció que su hija fue víctima de un intento de secuestro durante un viaje en Uber. El episodio ocurrió mientras el auto, donde luego se encontraron cuerdas, un machete y una serie de objetos llamativos, circulaba por la autopista Rosario-Córdoba.
La madre, que estaba siguiente el recorrido a través de su teléfono, advirtió que el vehículo se desviaba de la ruta establecida y decidió llamar a la chica para saber qué pasaba, quien le confirmó que la estaban “llevando para otro lado”.
«Le mandé un mensaje a mi hija preguntándole si estaba todo bien y me respondió que estaba asustada«, relató Luciana Villarreal en declaraciones a Cadena 3.
Frente a esta situación, la mujer salió con su auto y, en paralelo, llamó a la policía. “Se llevaba a mi hija para la ruta siendo que tenía que llevarla a Mendoza y Oroño. Y se la llevaba para la ruta”, describió después en una publicación que hizo en Facebook.
En esa misma red social, detalló que “él (por el conductor) le quería sacar el teléfono” pero cuando se dio cuenta de que había sido ella quien había pedido el servicio de transporte “paró en el medio de la ruta»..
«Le quería sacar el teléfono, diciéndole que él me iba a contestar», agregó en la entrevista radial y agregó también que el conductor “hasta tenía un machete y sogas en el baúl”.
Cuando llegó a la zona guiada por la ubicación del auto, se encontró con el móvil policial y explicó lo que pasaba. «La policía actuó muy rápido«, destacó. Después, su hija declaró que el conductor había frenado cuando supo que los estaban siguiendo.
Si bien hubo una denuncia formalizada este miércoles al mediodía, Villarreal remarcó que la Policía le aseguró que no podían detener al conductor porque no hubo “un delito consumado”.
«El oficial me dijo que no le podían hacer nada porque mi hija no había sido agredida. Esto debería ser considerado un intento de secuestro», evaluó.
En tanto, según consignó el diario La Capital, el conductor fue demorado en primera instancia pero enseguida quedó en libertad y se presume que podría continuar trabajando en la plataforma de viajes.
«Esto afecta la credibilidad del servicio. No confías en nadie», concluyó. «No se puede estar tranquilos», había dicho la mamá de la protagonista del caso en relación con la seguridad en el uso de este tipo de aplicaciones.
El tema escaló y reabrió el debate en la ciudad santafesina por la habilitación de este tipo de servicios. «El tema es que este muchacho quedó libre y seguramente habilitado en la plataforma. El problema acá está en la falta de control que tienen estas plataformas, que están trabajando de manera ilegal ante la demanda de cualquiera», señalaron desde la Cámara de Remises de Rosario.