Una nueva encuesta marca que casi el 57% desaprueba la gestión de Javier Milei | El antimileismo supera por más de 8 puntos al antikirchnerismo

Una nueva encuesta marca que casi el 57% desaprueba la gestión de Javier Milei | El antimileismo supera por más de 8 puntos al antikirchnerismo

En medio del cierre de listas bonaerenses, la imagen del presidente Javier Milei muestra una caída con un 56,8 por ciento de desaprobación de su gestión, según el informe de la consultora Zuban Córdoba

La cifra marca un incremento del 0,6 por ciento de rechazo en referencia a la medición de junio y un 52,8 por ciento de los encuestados ven el castigo al gobierno nacional como el principal motivante para las elecciones, incluso entre quienes votaron a Milei en primera vuelta en 2023. 

El informe, con un muestreo de 1300 personas consultadas hasta el 15 de julio, señala que el nivel de desaprobación de la gestión de Milei aumentó en el último mes, aunque aún no alcanzó el peor momento que fue 58,2% de desaprobación en octubre pasado. Además, la consulta midió que para el 37,8% de los encuestados el presidente «sigue siendo el cambio», mientras que para el 55,4% «representa un riesgo para la sociedad».  

Con el sentimiento de «castigo al gobierno» como motivación para ir a las urnas otro dato resulta llamativo a la luz de la apatía que mostraron, hasta el momento, las elecciones provinciales: 68,1% consideró que el voto sigue teniendo impacto en las decisiones políticas del país y solo un 21,6% consideró no ir a votar.

Entre quienes empiezan a ver el castigo del gobierno nacional como el principal motivante para las elecciones (52,8%), la destrucción del Estado es el principal motivo a condenar (25,5%), seguido por «la crueldad» del modelo de gestión (25,4%). Mientras que los argumentos que desde la Casa Rosada eligen destacar están menos valorados: 23,6% destaca el control de la inflación y solo el 13 por ciento cree en «la pelea contra la casta», mientras que el 17% valora el equilibrio en el déficit fiscal. 

Otro dato llamativo de la consulta es quiénes están dispuestas a acudir a las urnas con la intención de castigar la gestión de Milei. Mientras que entre los votantes de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda esos valores superan el 90 por ciento; entre los propios votantes de Milei en la primera vuelta de 2023 hay un 17,1% que dice tener esa decisión. 

Entre los que votaron a Patricia Bullrich –antes de su derrota y alianza incondicional con Milei–, el 18,8% piensa usar las urnas como método de castigo. El otro aliado de Milei para la segunda vuelta y los primeros meses de gobierno –con funcionarios nombrados en el equipo de gobierno– fue el cordobés Juan Schiaretti. Entre quienes votaron al cordobés para presidente, el 64,9% piense ir a las urnas para castigar al gobierno mileista. 

El punto a favor para la Casa Rosada, según la encuesta de Zuban Córdoba, es que el «antikirchnerismo» sigue siendo un valor que indentifica a un 45,2% de los encuestados, mientras que ante esa consulta un 20,5% respondió «no sabe» y 34,3% se dijo «kirchnerista». Ese sentimiento, sin embargo, era del 53,1% en mayo de 2024. 

El «antimileismo» también está presente entre los consultados e incluso es superior al «antikirchnerismo» con un 53,6% de las respuestas, mientras que quienes se dicen parte del «mileismo» solo son 28,1%. 

En tanto, el «antiperonismo» fue un valor para el 38,7% de los consultados, por debajo del «antikerchnirismo», y el peronismo reunió el 39,7% de las indentificaciones. Lo que refleja las terceras vías que vuelven a consolidarse en las alianzas de cara las elecciones. 

«La grieta vive en argentina, resignificada ahora entre el mileismo y el kirchnerismo. Ambos segmentos mantienen apoyos y rechazos similares en nuestro último estudio, con tendencias que aparecen al comparar con datos de estudios anteriores: el antimileismo como identidad está creciendo, y el kirchnerismo logró recuperar algo de terreno post condena de CFK«, analiza el informe de la consultora.  

Y propone: «En un país donde la polarización tiene protagonismo propio, quizás la política debería preguntarse menos por los trolls y más por los vínculos reales».