Usman Garuba: “En el Madrid ganas o no sirves, y no todos están preparados” | Baloncesto | Deportes

Usman Garuba: “En el Madrid ganas o no sirves, y no todos están preparados” | Baloncesto | Deportes


Se llamará Alana, está previsto que nazca en agosto y será la primera hija de Usman Garuba. El pívot del Real Madrid, de 23 años, espera impaciente la paternidad en un verano en el que esas circunstancias personales y otras físicas se han unido para que renuncie a jugar el Eurobasket con la selección española. Una fractura por estrés en la tibia izquierda ha mermado su rendimiento tras su regreso de la NBA. Ahora quiere recuperarse ante una próxima temporada en la que estará dirigido de nuevo por Sergio Scariolo, sustituto de Chus Mateo. Garuba reflexiona sobre su juego y sobre el cambio en el banquillo del Madrid después de participar en una actividad con niños del colegio Eduardo Rojo, en Vallecas, como embajador de los programas sociales de Kellogg’s.

Pregunta. ¿Necesita el descanso este verano?

Respuesta. La palabra descansar no me gusta. Diría que recuperarme al cien por cien, nada de estar a medias. La próxima temporada no quiero que sea de excusas, quiero estar a tope desde el primer momento. Es una decisión que tenía ya tomada desde hace bastante porque he arrastrado la lesión y no quería estar otro año excusándome. Quiero darlo todo por el Madrid y es lo mejor para mí después de tantos veranos con la selección.

P. ¿Qué balance hace de su temporada en el Madrid?

R. Ha sido un año inconsistente. Sabía que no iba a empezar de 0 a 100 pero no estoy satisfecho con mi temporada. Para lo que yo puedo dar, podría haberlo hecho mejor. Hay años así. Lo tomo como aprendizaje, es la única manera de mejorar, ser crítico con uno mismo.

P. ¿Le costó adaptarse otra vez de la NBA a Europa?

R. Sí, el juego es distinto, la mentalidad es distinta. Si vienes de la NBA, te traes esa forma de pensar y eso aquí no funciona. En Estados Unidos cada uno piensa en lo suyo. En el Madrid la mentalidad es ganar. Ganar o no sirves. Es así. Me ha costado un poquito por ese motivo adaptarme pero he mejorado a lo largo de la temporada y he acabado bien. Aunque no estoy ni cerca de lo que podría dar. Por eso paro este verano.

P. ¿Cambia el juego de pívot de un sitio a otro?

R. En Europa se sigue usando el cinco clásico y en la NBA se está volviendo a usar porque se perdió el cinco más corpulento. A veces se juega allí con un cinco pequeño. Mi juego está por mezclar las dos cosas, jugar de cuatro y de cinco, no tener una posición fija. No me gusta denominarme como cuatro o cinco, soy las dos cosas, lo que sea que el equipo necesite. Es cierto que en la NBA yo jugaba más de cinco porque los cuatros son casi aleros, más abiertos, y también está pasando eso en Europa. Es en lo que voy a trabajar este verano, mezclar mi juego al máximo para ser más versátil, jugar de cinco, de cuatro e incluso intentar jugar de tres. Quiero ser lo más versátil posible para estar más minutos en la pista.

P. ¿Qué aprendió de Chus Mateo?

R. Me ayudó mucho en la lectura del juego. Llegué de Estados Unidos, me costó entrar y tuve varias reuniones con él porque no estaba cómodo con mi situación. Chus hizo un gran trabajo conmigo y le deseo lo mejor.

P. ¿Entiende que fuera despedido una semana después de ganar la Liga y tras seis títulos en tres años?

R. En el Madrid solo vale ganarlo todo o casi todo. En otros clubes, perder un año no pasa nada. Aquí si haces un temporadón pero pierdes una final, es un fracaso. Por eso es el Real Madrid, el club más exigente del mundo. El adiós de Chus es una decisión del club. Te a da entender la exigencia máxima, que es ganar o fracasar, no hay término medio. No todo el mundo está preparado para eso. Como jugador es difícil entender que es ganar o nada.

P. ¿Y Scariolo?

R. A mí me ha metido mucha caña. La gente no se imagina la caña que me ha metido muchos veranos, incluso antes del torneo, con llamadas metiéndome caña. Siempre me ha exigido lo máximo, estoy contento de que venga al Madrid. Quiero ver cómo es en el día a día. A mí me va a beneficiar, me va a ayudar. Si me da caña es porque cree en mí y sabe que puedo dar mucho más.

P. ¿Cómo fue jugar junto a Tavares?

R. He aprendido mucho de él. No es egoísta. No necesita 20 puntos para ser el mejor del partido. Puede ser el más determinante de otro modo y con menos puntos. En la estadística no sale todo lo que intimida a los rivales. Es un ejemplo a seguir. Es nuestro líder, al que debemos seguir todos. Da ejemplo sin hablar, no necesita decir nada.