La euforia fue desvaneciéndose a fuerza de dato puro y concreto desde la ilusión que generaron los números que dejó «el mejor fin de semana de la historia», según lo calificaron funcionarios y operadores del sector turístico por aquel récord de 158 mil turistas llegados el feriado largo del Día de la Soberanía Nacional, y lo que para todos ellos parecía anticipar un gran verano, hoy, tan solo 30 días después, a algunos los hace titubear ante semejante entusiasmo.
Los números de finales de diciembre soslayan ese fin de semana y a uno de los operadores lo hizo evocar sensaciones tensas y encontradas de días lejanos, de los días previos a una crisis histórica. ¿Qué temporada espera Mar del Plata?
La respuesta, a quien se consulte -hotelero, gastronómico, gremialista o funcionario-, incluirá siempre el mismo sustantivo: optimismo.
El panorama no deja de ser es incierto. Si bien confesó su optimismo, la pregunta no la pudo responder uno de los empresarios con más conocimiento en hotelería de Mar del Plata, Jesús Osorno. Su padre Raimundo inauguró el Hotel Osorno en 1959. Allí vivió y trabajó. Luego, tras el fallecimiento de su padre, él y su hermano lo llevaron a 130 habitaciones y lo convirtieron en un elegante 4 estrellas, el Hotel Tronador, erigido en el mismo sitio sobre la calle Moreno, en el centro.
«¿De qué estábamos hablando hace un mes? ¿Como podemos anticipar lo que va a pasar en 20 días?», arguyó el empresario en una entrevista a Radio con Vos: «20 días es hablar a largo plazo. Qué se dio 20 días atrás, o un mes atrás: se veía venir que iba a ser una buena temporada, por el nivel de reservas», apuntó Osorno.
Ocurre que los números de una Navidad «floja» y de un Año Nuevo que se presenta «bastante mejor», con un promedio de ocupación ubicado entre un 50% y un 60%, le arrojan un panorama diferente al que se preveía hace un mes, tanto que el empresario compara estos días con los que, desde su actividad, experimentó en «los días previos a la crisis de 2000, 2001. Es un diciembre flojo», explicó.
A días de la temporada más fuerte, sus declaraciones no cayeron nada bien en el sector. Pero el empresario es voz autorizada. Fue durante años presidente y es actual secretario de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHG), la cámara que aglutina a los actores más influyentes de la ciudad turística más importante del país.
A su entender, el problema ya no es Brasil, que se puso más caro que Mar del Plata, mucho menos Punta del Este, más caro aun. «Lo que se ve en la calle lo vemos todos, hay una crisis de consumo. Con sueldos promedio de un millón quinientos, un millón seiscientos, es muy difícil moverse en la Argentina», sostuvo.
Mas reservas, optimismo y algunas dudas en Mar del Plata con respecto a al temporada de verano que está por comenzar. Foto: Diego Izquierdo«Somos muy optimistas -aclaró-, esperamos una buena temporada con los brazos abiertos, pero no podemos mentir: hay una crisis de bolsillo que se hace sentir».
La mayoría de los operadores del sector entienden que en temporada alta podría entonces repetirse una tendencia de los últimos veranos, que se desarrolle con arribos fuertes los jueves con estadía hasta el domingo. Otro asociado de la AEHG vislumbra un verano con un comportamiento «espasmódico», explicó a Clarín, es decir, con picos breves de alta actividad.
Esta contracción no es un pronóstico, es un dato, y se materializa en hoteles de las categorías más bajas muy golpeados tras un «invierno malo». Pablo Santín, secretario general de la seccional marplatense de UTGHRA (Unión de Trabajadores Gastronomícos y Hoteleros), explica que ante la falta de fomento, el turismo social «se cortó» y ese segmento es el que se alojaba en los establecimientos de menor categoría.
Mas reservas, optimismo y algunas dudas en Mar del Plata con respecto a al temporada de verano que está por comenzar. Foto: Diego Izquierdo«Trabajaron bien los hoteles de 4 y 5 estrellas, el hotel 2 y 3 no la pasó bien en invierno, y muchos decidieron cerrar. Pero después, cuando vos tenés dos fines de semana largos como el del 24 de noviembre bueno y el último (8 de diciembre), moderado, no se pierde la esperanza de que vamos a tener una buena temporada de verano», indica a Clarín.
Para el gremialista, «tomar como referencia la cantidad de reservas que hay para los primeros 15 días y se las compara con temporadas anteriores, hablar del 50% es malo, pero hay que tomar como referencia que hace muchos años se dio un cambio de paradigma turístico, y se espera mucho turismo sobre la hora: la aplicación del clima te anuncia que va a estar lindo y Mar del Plata explota. Te digo que vamos a tener una buena temporada».
Los martilleros, según explicó el presidente del colegio que los nuclea a este diario, Guillermo Rossi, trabajan en estas fiestas con promedios de resrvas similares a los de la hotelería. «Los porcentajes pueden aumentar con el correr de los días», auguró.
A pesar de tardes algo ventosas, el clima se presenta inmejorable, con temperaturas que pisan los 30° y sol durante toda la semana de fin de año. Lo que, como un mantra, replica el optimismo en los discursos para sostener la expectativa en un mar de datos que revelan una realidad económica frágil y una demanda que no deja de mostrarse volátil.
