No hay visita cómoda a Getafe. Incluso cuando parece que el rival ha domesticado a su criatura feroz, Bordalás es capaz de reavivarla. Como hizo contra el Real Madrid, que por fin había encontrado la armonía alrededor de Arda Güler para seguir persiguiendo al Barça, pero que se despidió de su visita al sur con el susto de una parada de último momento de Courtois a un disparo seco de Álvaro Rodríguez. Acabó la noche defendiéndose después de quedarse con diez por la lesión de Camavinga ya cerca del final. El Getafe se tiró a por el empate, pero el Real aguantó y mantiene el pulso por la Liga.
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David Soria, Djené Dakonam (Ismael Bekhoucha, min. 82), Omar Alderete, Domingos Duarte, Juan Berrocal (Coba da Costa, min. 49), Juan Iglesias (Álvaro Rodríguez, min. 49), Ramon Terrats (Peter Federico, min. 68), Juan Bernat, Mauro Arambarri, Luis Milla y Borja Mayoral (Juanmi, min. 82)
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Thibaut Courtois, David Alaba (Eduardo Camavinga, min. 45), Raúl Asencio, Lucas Vázquez, Fran García, Brahim Díaz, Aurélien Tchouaméni, Federico Valverde, Arda Güler (Dani Ceballos, min. 77), Endrick (Jude Bellingham, min. 63) y Vinícius Júnior (Rodrygo, min. 72)
Goles
0-1 min. 20: Arda Guler
Arbitro José María Sánchez Martínez
Tarjetas amarillas
Aurelien Tchouameni (min. 68), Luis Milla (min. 86), Álvaro Rodríguez (min. 90), Peter Federico (min. 94)
Para esta parada intermedia Ancelotti dispuso un equipo con un ojo mirando al Barcelona que se va a encontrar el sábado en la final de la Copa y el otro pendiente del Barcelona al que persigue en la Liga. Una parte de su plan se dirigía a dar descanso a Bellingham, Mbappé, Modric, Ceballos, Rüdiger y Rodrygo, y otra a activar a una especie de segunda unidad para sostener la carrera del torneo nacional. Y en medio de esa doble mirada, apareció el Getafe, que empezó con una determinación tremenda y un tiro de Milla a las manos de Courtois, un cabezazo de Mayoral que se marchó fuera de manera sorprendente y un disparo alto de Terrats.
El equipo de Bordalás aprovechó el tramo de adaptación del Madrid de repuesto para buscar a Courtois y sembrar el campo de topetazos. Endrick pasaba más tiempo tumbado después de chocar contra Domingos Duarte que corriendo al espacio. Pero el Madrid se fue reponiendo a esa bienvenida ruda enganchado al mando de Güler. El turco, que ha atravesado el curso con el ceño fruncido por la escasez de oportunidades, encabezó la rebeldía. Agarró la pelota y puso el partido a orbitar con su zurda.
Primero en largo, con un balón a una carrera al área de Valverde, esta vez fino acompañamiento en el centro de la creatividad de Güler. El remate del uruguayo se escapó por encima del larguero, pero el Madrid ya había empezado a sacudirse el entusiasmo de choque del Getafe. El turco fue aflojando centímetro a centímetro la tenaza tensada por Bordalás. Al son que marcaba Güler, la pelota le corría como casi nunca este año al Real. Cuando llegaban a buscarle, ya no la tenía. O usaba la pausa para desordenar el entramado rival. La noche latía cada vez más al ritmo de Güler, y el Madrid le seguía, movido por una melodía reconocible, algo raro este curso.
El turco tocaba asistido por Brahim, otro dominador de la miniatura, y por Tchouameni, una autoridad en el medio, donde barre sin permitir apenas nada al rival.
Al Getafe se le iba escapando el momento, disuelto de manera que parecía definitiva en un córner a favor que terminó en pasmo. Vinicius voló hacia el otro lado y cruzó un pase a Brahim, que maniobró en el área pequeña a punto de burlar a Soria. El balón, como todos, le terminó cayendo a Güler. Intentó un centro y la pelota, como un yoyó, regresó a él. Se abrió un espacio con un regate y le pegó con la derecha, que pareció esa zurda suya deliciosamente envenenada. Ajustó el tiro tanto al palo que Soria, pese a tocarlo, no logró evitar que terminara en la red.
Con el gol, el turco terminó de desactivar el engranaje azulón. El Real tocaba y llegaba. Aunque no acertó a escaparse antes de que reaccionara Bordalás. Introdujo a Álvaro Rodríguez, delantero de La Fábrica cedido por el Madrid, y a Coba da Costa. El Getafe volvió a cortar muy arriba los circuitos de salida del pelotón de Ancelotti, que dejó de fluir como antes. Perdió claridad y encontró algo de espacio a la espalda del avance de los locales. Corrió Camavinga, que había tenido que entrar por las molestias de Alaba, y corrió también Vinicius. Y a ambos se les escaparon los tiros por encima del larguero. Pero Güler había desaparecido, y con él se le había esfumado el mando al Madrid. Bordalás había recuperado cierta iniciativa generando un contexto en el que desapareció el turco, y con el que reapareció el Real desestructurado y sin hilo de tantas y tantas noches de este curso.
En pleno periodo de desorientación, cayó lesionado Camavinga y Peter Federico remató de tacón en el área. Courtois paró ese remate y el siguiente de Juanmi. Le faltaba el aire al Madrid, pero aguantó otra incómoda visita a Getafe y sigue persiguiendo al Barça en la Liga a tres días de disputarle la Copa en Sevilla.